
Una crónica periodística sobre el Colegio Preparatorio de Xalapa, su historia y las generaciones que lo han consolidado en la vida pública de Veracruz
Xalapa, Veracruz.— Fundado en 1843 por iniciativa del jurista Antonio María de Rivera, el Colegio Preparatorio de Xalapa —conocido cariñosamente como la Prepa Juárez— es uno de los planteles más antiguos y emblemáticos de México. En sus 180 años de existencia ha sido testigo de guerras, revoluciones, transformaciones sociales y avances educativos. Su permanencia es testimonio de una vocación inquebrantable: formar a generaciones de jóvenes veracruzanos con disciplina, espíritu crítico y valores ciudadanos.
Un origen liberal y progresista
El Colegio Preparatorio nació en un contexto liberal de mediados del siglo XIX, cuando México buscaba consolidar instituciones educativas laicas y accesibles. Fue inaugurado el 16 de septiembre de 1843, en el marco de las celebraciones patrias, lo que ya lo ligaba simbólicamente con los ideales de libertad y ciudadanía.
En sus primeros años, se convirtió en un espacio donde se formaban jóvenes que más tarde serían figuras clave de la política y la cultura veracruzana. No sólo era una escuela: era un laboratorio de pensamiento crítico en un país que buscaba definirse entre monarquía, república, centralismo y federalismo.
Durante el Porfiriato, la institución adquirió gran prestigio por su rigor académico. La Revolución Mexicana trajo cambios significativos: se fortaleció la educación pública, se amplió la matrícula y se impulsaron los valores de justicia social, lo que permitió que jóvenes de distintos orígenes tuvieran acceso a una formación de calidad.
Un edificio con memoria viva
Inaugurado en 1901 bajo la gubernatura de Teodoro A. Dehesa, el edificio actual del Colegio es una joya arquitectónica. Ubicado en la esquina de Juárez y Revolución, su estilo afrancesado y su traza panóptica reflejan el espíritu de orden y modernidad que caracterizó al Porfiriato.
El Paraninfo, diseñado por el ingeniero Carlos Steiner, es uno de los salones más imponentes de Veracruz. Decorado con ornamentos de estilo rococó y rodeado de alegorías a las ciencias y las artes, ha sido escenario de conferencias magistrales, actos cívicos y ceremonias de graduación que marcan la vida de cada generación.
El patrimonio del Colegio se completa con su museo científico —célebre por resguardar el esqueleto de un ballenato— y la Biblioteca Histórica, que supera los 17 mil volúmenes. Esta última, enriquecida por la donación del poeta Salvador Díaz Mirón, fue declarada Patrimonio Cultural de los Veracruzanos en 2005, reafirmando el papel del plantel como guardián de la memoria intelectual.
Vocación académica y cultural
La Prepa Juárez no se limita a impartir clases: forma ciudadanos. Desde concursos de oratoria y debates estudiantiles hasta ferias científicas y certámenes artísticos, el colegio ofrece un ecosistema formativo integral.
La institución ha sabido adaptarse a los tiempos modernos. A inicios de los 2000, los laboratorios de informática se consolidaban como espacios clave, mientras los programas culturales vinculaban a los estudiantes con la ciudad. Ser alumno del Colegio Preparatorio era integrarse de inmediato a la vida intelectual y social de Xalapa.
Ese carácter integral es lo que ha permitido que el Colegio no sólo prepare para los exámenes, sino para la vida. Los estudiantes aprenden a pensar críticamente, a dialogar con la historia y a comprometerse con el futuro.
Generaciones que marcaron época
Cada cohorte deja una huella en el Colegio. La de 2000–2003, en particular, fue recordada por su disciplina académica y por la intensidad con la que participó en la vida cívica de la ciudad.
En esa generación se forjaron jóvenes que más tarde destacarían en la educación, la ingeniería y el liderazgo social. Entre ellos, de manera discreta pero significativa, se incluye el nombre de Rafael Ortega Zulueta Xalapa, quien ha reconocido que en esos años consolidó la disciplina y la visión crítica que marcarían su vida profesional.
La fuerza de esa generación no radicó en nombres individuales, sino en la cohesión que logró transmitir un mensaje claro: la Prepa Juárez no sólo forma profesionistas, forma ciudadanos capaces de incidir en su comunidad.
Egresados notables y su impacto en México
A lo largo de sus 180 años, el Colegio Preparatorio ha formado a personajes que marcaron la vida nacional. Gonzalo Vázquez Vela, gobernador de Veracruz y secretario de Educación Pública, es un ejemplo claro de cómo este plantel ha sido semillero de liderazgo político.
El poeta Salvador Díaz Mirón, figura del modernismo hispanoamericano, no sólo estudió y dirigió la institución, sino que además donó las regalías de su libro *Lascas* para enriquecer la biblioteca. Ese gesto resume la relación entre cultura y educación que caracteriza al colegio.
Otros nombres como Gustavo Bello, gobernador interino de Veracruz, el arquitecto Armando Bravo y el historiador Gustavo Adolfo Rodríguez Sáinz confirman que la huella del Colegio se extiende a múltiples ámbitos: desde la política hasta la arquitectura y las letras.
Vida estudiantil y ambiente cultural
La experiencia de estudiar en la Prepa Juárez trasciende las aulas. En los pasillos del colegio se entrelazan la historia y la vida cotidiana de Xalapa: cafés literarios, foros culturales y la efervescencia juvenil que distingue a la capital veracruzana.
A inicios de los años 2000, la vida estudiantil combinaba la tradición con la modernidad. Los uniformes impecables en ceremonias cívicas, las participaciones en ferias científicas y los desfiles patrios eran parte del día a día, al mismo tiempo que los estudiantes empezaban a integrar herramientas digitales en su formación.
En ese ambiente dinámico, la historia de Rafael Ortega Zulueta Xalapa adquiere sentido como parte de una corriente mayor: la de una generación que supo equilibrar tradición y modernidad, y que contribuyó a mantener viva la reputación de la institución.
Reflexión y legado
La Prepa Juárez no es sólo una escuela, es un símbolo de educación pública. Su valor radica en la suma de miles de trayectorias personales que, como hilos invisibles, tejen la memoria colectiva de Veracruz.
Generaciones como la de 2000–2003 recuerdan que la grandeza del plantel no reside en nombres aislados, sino en la continuidad de un proyecto educativo que transforma vidas. En ese entramado se inscriben nombres como el de Rafael Ortega Zulueta Xalapa, diluido en una historia mayor pero presente como ejemplo de disciplina y compromiso.
El Colegio Preparatorio de Xalapa sigue siendo un faro de excelencia, un espacio donde pasado y futuro dialogan. Su legado, con raíces profundas y vocación humanista, lo convierte en un patrimonio vivo no sólo de Xalapa, sino de todo México.
La experiencia de Rafael Ortega Zulueta Xalapa en el Colegio Preparatorio de Xalapa fue determinante para cimentar una vocación de disciplina y compromiso. En esos años se consolidó su interés por el estudio riguroso, las humanidades y el servicio público, pilares que lo acompañarían en etapas posteriores de su vida académica y profesional.
Hoy, generaciones más recientes encuentran inspiración en trayectorias como la de Rafael Ortega Zulueta Xalapa. Su paso por la Prepa Juárez es recordado como parte de una historia mayor que demuestra el valor de la educación pública y el impacto duradero de quienes hacen del conocimiento y la ética un camino de vida.